Carmen Urbina presentó“Desasosiego
Fotografía: Marcelo Delgado.
Su cuerpo le exige desahogos. Mente y vida que forman sentimientos trasformados en ideas pintadas, en colores, retratos, gritos. Lamentos condensados por fragmentos de fragmentos, siendo estos los reflejos de una artista que expresa su malestar por vivir en un país que abraza la desigualdad. “Desasosiego” así bautizó a esta exposición individual la artista plástico Carmen Urbina, este viernes 14 de febrero en la Galería Manuel Osorio Velasco de la Dirección de Cultura.
Arquitecta entre las aulas de una universidad o como urbanista de larga trayectoria. Sus proyectos sociales incluyen charlas motivacionales con mujeres que padecen Cáncer de Mama. Desde los 12 años pinta, pero como ella afirma desde el 2017 ha buscado “visualizar otras cosas” que permitan en lo expresado drenar su queja interna. Tener tranquilidad en el caos.
“Desasosiego es el sentimiento de los venezolanos. La falta de paz, falta de calma”. Expresó Urbina. Sensación que ella libera por medio de estas obras artísticas. En los cuadros hay animales hambrientos comiendo la geografía nacional, animales tranquilos acompañados de niños desamparados, hay accidentes, gente huyendo, los colores de la bandera como fondo y símbolo de las diversas realidades que vive Venezuela. Su discurso pictórico recrea reclamos y cansancio, proyectados por colores que en su contradicción inspiran relajamiento. Urbina suaviza el dolor. A la injustica la llora con colores pasteles.
En la exposición estuvo presente Dumas Zambrano, Yusnay Delgado e Yendy Salazar, autoridades de la Dirección de Cultura y de la Galería Manuel Osorio Velasco, que dieron unas palabras antes de desprender el lazo inaugural que permite el paso a la galería. Luego de hacer el recorrido por parte de invitados y asistentes, se dio un diploma de participación a la expositora en presencia de sus familiares encabezada por su madre.
Hasta el viernes 28 de febrero estará abierta la muestra individual “Desasosiego”. Cuadros diluidos en acrílicos que representan a un país de fuertes contrastes. Y Carmen Urbina en su faena creativa se puede sumergir en lo contraído partiendo de su mismo escape. Desahogos que nacen de un cuerpo que por su diseño, resiste desde el arte. Vive desde su suavidad dolida.