FundaRedes denuncia aumento de crímenes en las trochas de frontera con Colombia

Leyenda de la foto

Una intensa actividad ilegal además de todo tipo crímenes en las trochas fronterizas continúan registrándose tanto en los estado Táchira, Zulia y Apure, desde que el paso fue reabierto en junio de 2019, según se desprende del boletín N°15 presentado recientemente por FundaRedes bajo el título: «Grupos armados irregulares imponen la dinámica del crimen en las trochas fronterizas».

El 21 de marzo de 2019 FundaRedes presentó una denuncia formal ante la Fiscalía del Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo por la actuación de los grupos armados irregulares en los pasos ilegales en territorio fronterizo durante el cierre de frontera en los puentes binacionales. La única respuesta obtenida fue de la Defensoría del Pueblo que señaló que remitiría el caso a la Fiscalía.

Lo más preocupante, de acuerdo al estudio, es que estos espacios se han convertido en escenario de crímenes contra venezolanos a manos de grupos armados irregulares como el Ejército de Liberación Nacional (ELN), “cuyos integrantes están inmersos en las poblaciones de Ureña y San Antonio del Táchira portando armas de guerra, vestidos de negro e identificados con brazaletes que hacen referencia ese grupo guerrillero, de acuerdo con testimonios de lugareños e investigaciones de cuerpos policiales colombianos”

No es solo la actuación del ELN en estos pasos ilegales – señala FundaRedes- sino  también la confluencia de las disidencias de las FARC, los grupos paramilitares Los Urabeños, Los Rastrojos y Las Águilas Negras, el Frente Bolivariano de Liberación Nacional (FBL), una agrupación perteneciente al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), colectivos armados venezolanos y bandas criminales con alto poder de fuego, entre la que destaca “La Línea”, una banda que antes controlaba puntos para contrabando y que en el segundo trimestre del año 2019 se convirtió en protagonista de una lucha territorial por los municipios Bolívar y Pedro María Ureña (Táchira).

Sobre esta organización, Wilfredo Cañizares, director de la Fundación Progresar en Cúcuta, declaró al diario El Espectador que: “La Línea controla el puente internacional de Ureña y se han dedicado a descuartizar y desaparecer gente. Es el grupo más violento que hemos conocido. Les manda videos a los familiares de la tortura, todo para sacar plata. Tiene gente venezolana, porque se han encargado de reclutarlos”, reseña el informe.

De igual manera indica que  durante la segunda y tercera semana de octubre de 2019, 11 personas fueron asesinadas en las trochas de los municipios Bolívar y Pedro María Ureña, en el estado Táchira, “el modus operandi es desaparecer a las víctimas, torturarlas y matarlas. Los cadáveres generalmente aparecen baleados y maniatados. En los casos en que el hallazgo ocurre del lado venezolano de las trochas no ha habido pronunciamiento ni investigación de autoridades, los casos se han quedado en reportes de prensa tras los hallazgos de lugareños y denuncias de familiares de las víctimas”.

El trabajo de investigación destaca que a lo largo de los 2.219 kilómetros de frontera existen cientos de trochas, sobre todo desde el año 2015 cuando se multiplicaron abruptamente, las más transitadas se encuentran cerca de las poblaciones colombianas La Parada (donde muchas están identificadas por nombre o número), Escobal, Puerto Santander, Arauca y Maicao, en los alrededores de los puentes internacionales y en La Guajira.

“Táchira es el estado donde ocurre la mayor actividad en las trochas y, por ende, donde más grupos armados irregulares confluyen. Los municipios que tienen más conexión con los pasos ilegales son Bolívar, Ureña, Junín, Capacho Nuevo, Rafael Urdaneta, Capacho Viejo, García de Hevia y Ayacucho”, afirman.

Desapariciones: Una trágica realidad

El informe de FundaRedes revela que 10 venezolanos han desaparecido en las trochas en lo que va de 2019, ante lo cual familiares y organizaciones han exigido a los gobiernos de Colombia y de Venezuela que activen un canal diplomático para evitar estos crímenes.

En el mejor de los casos –  confirma Cañizares de la Fundación Progresar- las desapariciones solo pasan a engrosar listas, pues poco o nada se investiga al respecto, “en esta región es más fácil desaparecer a una persona que asesinarla”.

Al norte del estado Zulia – dice el boletín N°15 de la organización pro defensa de DDHH –  existen más de 180 trochas conocidas, allí el único paso fronterizo formal es Paraguachón, mientras que la actividad ilegal se moviliza a través de trochas como La 80 y La Cortica, “por lo menos 14 trochas pasan por fundos privados ubicados en las parroquias Elías Sánchez Rubio, Guajira y Alta Guajira que han sido penetrados por grupos armados irregulares”.

Como se recordará en junio de 2019, FundaRedes aprovechó la visita a Venezuela de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, para instarle a que visitara y observara la situación en la zona fronteriza colombo-venezolana, a fin de que verificara la vulnerabilidad de los ciudadanos ante el control ejercido por grupos irregulares en esos territorios.

Para la ONG venezolana en las trochas que unen a ambos países está presente una doble vulneración al derecho a la vida, pues si bien la responsabilidad directa por los crímenes allí cometidos recae en los grupos armados irregulares, el Estado venezolano falla en su compromiso de garantizar la vida de sus ciudadanos y de prevenir situaciones que pongan en riesgo su integridad.

SM CNP7.996