Abandono del Estado vulnera el derecho a un ambiente sano y una vida digna.

El equipo de FundaRedes, en su proceso de investigación y monitoreo en sectores altamente afectados debido al abandono del Estado, se trasladó al municipio Pedro María Ureña, donde se constató que el colapso de aguas residuales en el sector La Guajira, ha causado la proliferación de enfermedades respiratorias, dermatológicas y endémicas, arriesgando la vida de la población, sobre todo niños y adultos mayores que son expuestos incluso a la muerte, de no tomarse las medidas sanitarias correspondientes a este caso.

María Ortiz coordinadora del Observatorio de Ambiente Proyecto EPA afirmó que “constatamos la existencia de olores fétidos que aumentan la contaminación, incremento de animales rastreros e insectos, sumado a lo invivible que se ha vuelto el día a día para estos pobladores, vulnerándose así su derecho a un ambiente sano y una vida digna”.

Además la activista de FundaRedes, detalló que, la situación se observó a la altura de la quebrada La Hedionda la cual desemboca en el Río Táchira, “visibilizamos la grave afectación sobre la salud de docenas de familias de la comunidad, donde hacen referencia al corredor de aguas residuales y a la putrefacción que emanan las cañerías colapsadas, con una data de más de tres años, y donde los vecinos han sido víctimas de vómitos, diarreas, enfermedades respiratorias, gastrointestinales y de piel”.

Riesgo a la salud de los habitantes

Vecinos de la zona, manifestaron el miedo por el riesgo que están viviendo, no solo por la grave contaminación ambiental, sino que las alergias, enfermedades y daños a las viviendas, también son factores que están predominando en sus vidas.

María  Luisa Cruz Cáceres, vecina de la calle 3 Barrio La Guajira municipio Pedro María Ureña, manifestó que llevan solicitando ayuda alrededor de 3 años, “estamos pidiendo soluciones y por ningún lado nos resuelven, vienen las personas encargadas, hacen un paleo, limpian, destapan, pero volvemos otra vez a la problemática, aquí vive un bebé de dos años, vive mi familia y estamos súper afectados, tanto en la salud como en lo material”.

Asimismo, la señora Cruz Cáceres detalló que, los olores y gases tan fuertes han dañado el hierro, los aires acondicionados, “cuando dormimos estamos sometidos a graves daños en nuestro organismo por la cantidad de gases contaminantes, es una situación insoportable”, por lo que hizo el llamado a los entes competentes en materia ambiental y esperan que esta comunidad sea atendida.

Aseguró que esto le imposibilita generar una fuente de empleo en su hogar, “soy madre soltera, estoy aquí con mis dos hijos, mi nieto, he estado a punto de colocar aquí un emprendimiento, pero como lo hago, nadie se va a acercar aquí por esos olores, no he podido arrancar, y eso nos está afectando”.

“La pandemia no nos mató, pero esta situación sí nos va a matar”

Por su parte, Rita Prada habitante del sector Hacienda la Fortuna, también manifestó que por la gravedad de la situación ambiental en la zona, algunos de sus familiares como hijos y nietos tuvieron que emigrar a otros sectores.

Expresó además que, la situación a diario se agrava, “la pandemia no nos mató, pero esto si nos va a matar, nos está dañando los pulmones, y les agradezco nos vean con ojos de caridad, es un llamado de atención por la situación no solo aquí sino en varios sectores de Ureña”.

“Aquí decían que era culpa de las lavanderías que existían en la zona, pero este encloacado viene de la urbanización Las Villas, aquí desemboca y esto nos ha ocasionado graves problemas, mis nietos vivían todo el tiempo llenos de granos, con gripe, alergias, los baños no sirven porque están rebosados y todo colapsado, esas aguas negras y los olores están a toda hora, hay personas enfermas por todo esto”, dijo Rita Prada.

Por todos estos hechos que tienen vieja data, FundaRedes, en el mes de diciembre de 2022, introdujo una incidencia ante el Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo, con las denuncias de vecinos de esta zona, manifestando que son venezolanos quienes se encuentran en estado de indefensión, frente a la contaminación del ambiente causada por la ineficiente canalización de aguas servidas en estos sectores.

Una vez más, FundaRedes hace el llamado de atención al Estado venezolano, quien debe garantizar que los vecinos disfruten de un ambiente sano y libre de agentes contaminantes, a pesar que hace 5 meses se introdujo la incidencia del caso, aún no se toman medidas para subsanar la grave situación no solo ambiental sino de salubridad que padecen los vecinos de Ureña, dejando en evidencia el abandono y desidia por parte del Estado venezolano.

Prensa FundaRedes