
Basta de Tinieblas Táchira a Oscuras por el Colapso Eléctrico
La indolencia y el abandono hunden a todo un estado en la precariedad, paralizando la economía y poniendo en riesgo la salud de miles, pese a contar con el potencial del Complejo Uribante-Caparo.
El estado Táchira se ha convertido en la zona cero de la crisis eléctrica nacional. Los apagones no son incidentes esporádicos, sino una cruel rutina que azota a la totalidad del territorio, con cortes que se extienden por horas y, a veces, días, y fluctuaciones de voltaje que destruyen electrodomésticos y sumen a la población en la desesperación.
Las consecuencias de este colapso se sienten en cada rincón de la vida tachirense:
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Comercio e Industria Paralizados: Los negocios enfrentan pérdidas millonarias por mercancía dañada (especialmente alimentos y productos refrigerados), y la imposibilidad de operar con regularidad. La falta de energía anula la productividad y condena la inversión.
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Crisis en el Sector Salud: Hospitales y centros de diálisis luchan por mantener operativos sus equipos vitales, dependiendo de plantas eléctricas que a menudo fallan o carecen de combustible. La vida de los pacientes está en riesgo constante.
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Deterioro Social y Emocional: La interrupción continua del servicio afecta la calidad de vida, impidiendo el descanso, la comunicación, el estudio y la preparación de alimentos, generando angustia, ansiedad y un profundo desgaste en los ciudadanos.


