El ciclismo estacionario o indoor cycling, es una modalidad de ejercicio basado en la simulación de un entrenamiento de ruta o de montaña con el uso de una bicicleta estática.
Esta disciplina es muy popular en los gimnasios porque es divertida y dinámica, se practica en grupo con un instructor certificado y bajo el ritmo de la música que acompaña los cambios de ritmo durante 45 a 60 minutos.
Esta disciplina aporta beneficios al cuerpo y a la salud en general, como “mucha resistencia cardiovascular, se produce pérdida de grasa, se gana fuerza, resistencia y potencia, y, sobre todo, que las personas se sienten mucho mejor cada vez que hacen una práctica”.
Se puede practicar tres veces a la semana “porque cada día se practican diferentes perfiles de entrenamiento, entre los cuales hay días de recuperación, de fuerza, de velocidad, de sprint y todo se basa en un protocolo de entrenamiento”.
¿Cómo empezar?
Primero es importante notificar al instructor si es la primera vez que asisten a una clase y si sufren alguna lesión o patología.
“El entrenador les ofrecerá información previa sobre el uso de la bicicleta, que incluye cómo ajustar el manubrio y el sillín para que esté acorde a la estatura de la persona. Estas medidas son importantes para hacer un uso correcto de la bicicleta y evitar lesiones”.