José Pérez «El Gavilán» torero de leyenda

 

José Pérez «El Gavilán», nació en Táriba, estado Táchira, el 23 de enero de 1952, desde niño estuvo relacionado con las reses, fue encargado del matadero municipal de Táriba.

Sus deseos de torear lo llevaban a ponerse frente a ella y robarle algunos trapazos a los bovinos que llevaban. Hermano mayor de Pedro Pérez «Manili», también matador de toros radicado en Perú desde hace muchos años.

«El Gavilán», comienza en esta larga y estrecha carrera como becerrista en una feria de Queniquea,  en homenaje a Misael Pernía. Seguidamente, el 17 de agosto de 1970 logra debutar en Táriba en su ciclo ferial de agosto. Consigue enfundarse en el traje de luces en su ciudad natal en el año 1972; compartió cartel con Nelson Villegas y Gonzalo de Gregorio lidiando bureles de Roberto Cárdenas.

En 1972 apunta su nombre en un festejo mixto, donde mata su primer novillo de casta en la feria de Borotá, compartiendo terna con el matador Lucio Requena y el novillero Álvaro de la Fuente.

Se marcha a la capital para continuar sus andanzas taurinas con sacrificio con astados de José del Carmen Cabrera alternando con el cafetero Víctor Vásquez y el Azteca «El Chamaco»; todo un acontecimiento donde todos los diestros resultaron cogidos.

Con esfuerzo, recorre todos los rincones de nuestro país, dejando un buen sabor de boca en las plazas donde actuaba; las ganas de triunfar eran su principal motor para seguir luchando por su anhelada alternativa.

En Perú entra en las expectativas del joven actuante, decide viajar, y logra destacar en una actuación que es aceptada y del agrado de la afición, por lo que se ve incluído en 33 novilladas sin caballos.

Regresa a su tierra para torear su último festejo al lado de Maribel Atienzar y Jesús Colombo, lidiando reses colombianas de Darío Restrepo, cumpliendo el oficio y saliendo satisfecho.
Empresarios peruanos así como una afición agradecida ante el arte de «El Gavilán», fueron fundamentales para que gracias a los triunfos obtenidos en plazas incas, José Pérez decidiera regresar a hacer campaña en la República Peruana. }

Los triunfos cosechados tarde a tarde fueron fundamentales para sumar 14 novilladas, colocándose rápidamente en el gusto y aceptación tanto de aficionados como de empresarios. La gran expectación que formó una buena entrada se debió a la alternativa de un torero tachirense triunfador ante un cartel lucido, en la población de Arequipa, el 21 de diciembre de 1980, lidiando astados de la divisa Augusto Cárdenas; su padrino de ceremonia fue el ibérico Rafael Torres en presencia de Carlos Escobar «Frascuelo»; el toro de ceremonia se llamó «Lucero», marcado con el No. 63 con 467 Kg.

José Pérez con su aroma único para buscar los triunfos, logró apuntarse numerosos festejos de gran envergadura; una de tantas anécdotas es la recordada encerrona en el coso taribense, el deseo de justificarse ante una afición que le brindó todo su apoyo; lidió cinco novillos criollos y el que cerraba plaza lo cedió a Pepe Gil.
Su nombre quedó grabado en la historia de la isla de Aruba cuando se celebró el primer festejo taurino en la isla caribeña, lidiando novillos de la dehesa desaparecida «Guayabita» compartiendo terna con Luis Méndez y Oswaldo Liendo.
El 11 de agosto de 2011, le hicieron un homenaje en el Club Sucre de Táriba, por parte del grupo Milenium, reconocimiento merecido, al diestro José Pérez «El Gavilán» quien es un personaje muy querido en su tierra natal.
José Pérez, a quien le conocen mejor sensillamente como «El Gavilán», fue un torero con mucho empeño y valentía que se amarraba bien los machos cada vez que se hacía el paseíllo; demostró que su arte no solo le viene de familia, pues en su sangre gitana, lleva la esencia pura que lo hacía mirar hacia adelante.
Torero con más de 30 años de trayectoria, matador consumado como muchos lo consideran. Desde estas líneas, quien las escribe le invita una vez más a darse cuenta que la vida le grita a la cara alegremente que su carrera no ha terminado. Hoy, un día más, levantándose con el entusiasmo jovial para continuar con su camino ascendente y escalar la cima de la montaña a la que se propuso llegar cuando tenía 18 años de edad pero a la que aún le faltan kilómetros por recorrer.
Los jóvenes que todos los días se acercan a él para conversar sobre su profesión de manera respetuosa y donde le dan su sitio y lugar; se convierten poco a poco en su nuevo reto, en los nuevos peldaños que se traducen en apoyo y motivación para no abandonar su propio sueño y sumarse a los de ellos. Desde hace unos meses el libro de su vida inicia un nuevo capítulo. Se encuentra en el peldaño de seguir y continuar aprendiendo de esos seres que traen una fuerza relevante convirtiéndose en sus compañeros de las nuevas aventuras que está por vivir junto con todos ellos. Vuelve a convertirse cada día en un alma joven aunque el paso del tiempo deje huellas en su rostro pero no en su alma.
Eso trae la juventud cuando le abres la puerta de tu casa… a una nueva ilusión por vivir, un nuevo proyecto por realizar y una nueva carrera en la que deseas participar con la ventaja de tener un curriculum que ha llevado dignamente como banderín, un fracaso o muchos que te han servido para robarle a la vida un poco de experiencia; ese es José Pérez «El Gavilán».