Aldo Contreras: «Zona Económica Binacional es necesaria»

Aldo Contreras Economista Táchira
La tan esperada Zona Económica Binacional finalmente ha sido nombrada, marcando un paso crucial hacia la reactivación comercial y económica entre Colombia y Venezuela. Después de años de deliberaciones y un acuerdo previo hace aproximadamente tres años para una «zona económica social empresarial» que no se concretó, la denominación actual busca acelerar un proceso vital para la región.
A pesar de que las cifras de intercambio comercial han mostrado un crecimiento, con proyecciones de alcanzar cerca de 1.500 millones de dólares para finales de este año, la balanza sigue inclinándose fuertemente a favor de Colombia, que acapara el 89% de las exportaciones. Esta disparidad subraya la urgente necesidad de que Venezuela desarrolle su aparato productivo e inyecte financiamiento en las zonas fronterizas clave como San Antonio, Ureña, Junín y San Cristóbal.
Un elemento fundamental para consolidar esta dinamización es la reapertura de las casas de cambio. Esta medida, que ha sido una bandera política del gobernador y un clamor de los tachirenses, es vista como esencial para ordenar el mercado cambiario y unificar los seis tipos de cambio existentes, lo que permitiría una economía mucho más dinámica y transparente en la región.
El estado Táchira se posiciona como uno de los cuatro estados venezolanos con mayor crecimiento económico, estimándose un Producto Interno Bruto nominal entre 4.500 y 5.000 millones de dólares. Sin embargo, para que la frontera, históricamente una de las más activas de Latinoamérica, recupere su vanguardia y impulse a las industrias manufactureras y al tejido empresarial, se requiere un plan de desarrollo económico diversificado. Este plan es vital para asegurar un crecimiento sostenido y equitativo que beneficie a ambas naciones.
La implementación efectiva de la Zona Económica Binacional, junto con la reapertura de las casas de cambio y un plan de desarrollo estratégico, son los pilares para transformar el panorama económico de la frontera y consolidar una relación comercial más robusta y equilibrada entre Colombia y Venezuela.