Zona binacional a punto de arrancar

Zona binacional a punto de arrancar

Germán Umaña, presidente de la junta directiva de la Cámara de Comercio Colombo Venezolana, dijo que hay que fortalecer la parte productiva.

La relación económica entre Colombia y Venezuela atraviesa una nueva etapa de recuperación tras años de altibajos y cierres fronterizos. Germán Umaña, presidente de la junta directiva de la Cámara de Comercio Colombo Venezolana (CCV) y exministro de Comercio, explicó cómo los acuerdos alcanzados han permitido restablecer el tránsito de mercancías, la conectividad aérea, el transporte binacional y un tratado de protección de inversiones que busca dar seguridad jurídica a los empresarios de ambos países.

Usted fue ministro de Comercio, ¿qué se logró con Venezuela?

En el año 2022, lo primero que se hizo fue la apertura de las relaciones diplomáticas. Lo segundo fue recuperar la protección de los colombianos en Venezuela, con las leyes colombianas a través de los consulados, y la protección de los venezolanos, con esa migración muy importante que hubo en esos años.

Lo tercero es que la Cámara siempre ha sido muy respetuosa de los derechos humanos, y ya como ministro, abrimos el paso para los niños del Táchira y de Norte de Santander, para que pudieran estudiar y pasar la frontera en condiciones de respeto de sus derechos fundamentales. Calculamos que al menos 5.000 niños se pasaban por las trochas.

Hicimos la apertura de los puentes para que esa migración circular, de al menos 40.000 personas diarias, pudieran pasar en condiciones normales, para que pudieran hacer lo que tenían que hacer en cada país, que habitualmente son cosas muy fructíferas para las dos fronteras y abrimos los puentes para el tránsito vehicular, con base en los convenios que tenemos con Venezuela, para poder pasar las mercancías y formalizar el comercio regular.

¿Cómo normalizaron esa situación?

Lo normalizamos con acuerdos internacionales. Se hizo el Acuerdo de Alcance Parcial número 28 para el transporte, para ir circulando las mercancías en condiciones arancelarias negociadas. Este, como todos los acuerdos fueron ratificados por el Congreso de la República y por la Corte Constitucional.

Se revivió el acuerdo de transporte, que se había archivado hace siete años. Se llegó a su aprobación por el Congreso y la Corte y desde ese momento los vehículos de Colombia y Venezuela pueden circular por todo el territorio de las dos naciones. También, normalizamos la conectividad aérea por los acuerdos que hicimos sobre cuarta, quinta, tercera, segunda libertad del aire, volando entre las principales ciudades de Colombia y las de Venezuela. Se rescató la conectividad.

Y finalmente se ratificó en el Tratado de Protección de Inversiones entre Colombia y Venezuela. Ya fue aprobado por la Asamblea venezolana y la Corte Constitucional de ese país y por los organismos colombianos. En estos días saldrá la noticia, aunque no ha salido el comunicado oficial, se aprobó ese tratado.

Esos acuerdos que menciona, ¿cómo se vinculan a la zona binacional?

Todo se ha hecho institucionalmente con base en los acuerdos internacionales, ratificados por las tres instituciones. El memorando de entendimiento sobre la zona económica especial en materia comercial y de inversiones significa profundizar en lo que se ha hecho.

Y esa profundización no necesitaba de ningún acuerdo internacional ratificado por el Congreso. Cuando haya cosas nuevas, se presentarán ante el Congreso de la República, como debe ser. Esta es una hoja de ruta y una buena intención de los dos gobiernos, pero en materia económica, comercial y de inversiones se trata de profundizar lo que se ha logrado durante estos tres años.

¿Cómo se va a comportar el comercio entre los dos países?

El comercio va a tener un crecimiento este año hasta los US$1.500 millones, como dije hace tres años. Yo dije que el primer año eran más o menos US$600 millones, el segundo US$1.200 millones, y así fue. El tercer año van a ser US$1.500 millones y al final del gobierno del presidente Petro vamos a terminar en más o menos US$2.200 millones de comercio binacional. Eso convierte a la frontera como la principal viva en Latinoamérica.

Por supuesto, sigue habiendo comercio informal, que hay que sumarlo. El cálculo que hacíamos alguna vez en la Cámara es que eso puede significar entre US$700 millones y US$800 millones adicionales.

¿Qué hay que fortalecer?

Lo que hay que fortalecer es la complementación industrial y productiva. Allí está el memorando de entendimiento de la zona económica especial, porque hay que promover las inversiones conjuntas entre Colombia y Venezuela, no es el cuentico de seguir exportando lo mismo, sino de que crear oferta productiva y eso solo se hace con la promoción de las inversiones conjuntas entre los dos países.

Para eso están todos los mecanismos, como lo ha identificado bien el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, en el sentido que si de este lado hay zonas francas, del otro lado hay el equivalente en lo que llaman zonas económicas, etc.

Las mismas políticas de incentivo ayudan a conciliar para promover la inversión, porque lo que hay que crear es capital conocimiento y formación bruta de capital, para cambiar la estructura de la oferta, no solo para comerciar entre Colombia y Venezuela, sino para responder a las necesidades que tenemos en este nuevo y eficiente gobierno norteamericano, que nos indica que debemos diversificar nuestras exportaciones y mercados. Entre Colombia y Venezuela hay que profundizar la infraestructura, la logística, las inversiones, la creación de ofertas exportables, y eso no es malo, ni ideológico.

¿Cómo balancear el comercio exterior?, porque Colombia exporta más hacia venezuela

Venezuela sufrió una situación muy difícil por su comportamiento económico y, por supuesto, los resultados absurdos de esas sanciones de diferentes países y especialmente de los Estados Unidos. Yo no voy a hacer juicios de valor sobre eso, pero Venezuela tuvo un decrecimiento en su producto interno bruto de casi el 75%.

Viene recuperándose, pero para hacerlo tiene que recuperar toda su fuerza productiva para tener productos que exportar. ¿Qué está pasando en Venezuela? Las empresas que fueron nacionalizadas ahora están siendo privatizadas. Mucha en los sectores siderúrgico, aluminio, automotor, petroquímico, confecciones, calzado y en cosas de lo que ve uno es una recuperación muy importante de las empresas ya existentes o las empresas que están siendo privatizadas actualmente.

¿Qué productos puedes destacar?

Las minas de briquetas son la materia prima para el acero, fundamentalmente, y para los productos de acero. Esas empresas están siendo privatizadas y estamos participando nosotros en ofertas, porque esas briquetas exportadas a Colombia pueden sustituir el 30% de la materia prima y las exportaciones de Venezuela hacia Colombia en un año podrían significar US$400 millones.

Con esas briquetas, que se usan especialmente en ventanas, lo que hacemos nosotros en Colombia, con inversiones colombo- venezolanas, es la transformación de todo lo que llaman los aceros redondos. Se van a fabricar en Colombia y eso va a crear un comercio de los intraindustrial entre Colombia y Venezuela, pero nos va a dar una potencialidad inmensa desde Venezuela para exportar desde el Caribe y desde Colombia, de cambio productivo fundamental.

¿Qué se potencia entre los dos países?

Venezuela no es solo petróleo, sino también materias primas y esa es parte de la una posible negociación con los norteamericanos. Venezuela tiene toda la tabla periódica en abundancia; tiene 150 veces más minerales raros y estratégicos que Ucrania. Ahora, lo que están haciendo es una inversión para incorporar progreso técnico y capacitar su personal. Ellos tienen una potencialidad inmensa de desarrollo y nosotros somos parte de contribuir.

Colombia está exportando transformadores eléctricos para la recuperación de la parte energética, además de los productos de consumo inicial y durable, mientras que Venezuela cada vez más empieza a exportar temas de la siderurgia, aluminio, petroquímica y otro frente es el desarrollo agrícola de Venezuela.

Hoy ya van a pasar 1.800 reses de ganado en pie, debidamente autorizadas por las autoridades zoosanitarias de los dos países. Realmente estamos contribuyendo a una cosa muy importante que es la soberanía alimentaria de los dos países.

Hay un problema de seguridad en la frontera, ¿cómo puede eso afectar el tema comercial?

La frontera con Venezuela tiene 2.200 kilómetros y debo decir que hoy hay una seguridad mucho mayor casi del 95% que cuando estaba cerrada la frontera entre Norte de Santander y Táchira. Hay hechos aislados, pero este es tal vez el mejor momento de seguridad fronteriza que hay en los últimos veinte años entre Colombia y Venezuela. Lo mismo, en la frontera de La Guajira y el Zulia.

Y por otra parte dónde está la inseguridad fronteriza es en el Catatumbo. Allí está la violencia, el narcotráfico, los grupos delincuenciales, pero eso es un corredor de narcotráfico, de minería ilegal y esa es la parte de la frontera que tiene graves problemas de seguridad.

Y eso es lo que hay que informar. Creo que los ciudadanos de a pie debemos exigir respuestas ordenadas al gobierno sobre cualquiera de los temas que la opinión pública tiene derecho a conocer para la transformación productiva del país.

¿Qué otros planes tienen dentro de la cámara?

Todo lo que he contado es un trabajo para los próximos treinta años. Yo tengo setenta años y dentro de treinta voy a estar en mis primeros 100 y no hemos acabado el trabajo que estamos planteando. Por eso, ese memorando de entendimiento, si lo si alguien quiere entenderlo bien, es una hoja de ruta que se está planteando para un trabajo para el desarrollo que nos da todas las expectativas y toda la esperanza sobre un futuro común mejor, de bienestar entre el pueblo colombiano y el venezolano.

Fuente: portafolio.com

DIANA K. RODRÍGUEZ T.

Periodista de Portafolio