
Jorge Rodríguez Defenderemos la patria ante cualquier enemigo
El presidente de la Asamblea Nacional reiteró este martes el compromiso del país con la defensa de su soberanía. «Vamos a seguir en la calle con absoluta firmeza para denunciar la mentira y el crimen internacional», dijo
“La libertad de Venezuela es irreversible y la defenderemos ante cualquier enemigo”, proclamó el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, durante una multitudinaria marcha en Caracas con motivo del Bicentenario de la Espada del Perú, símbolo histórico que —según afirmó— representa la dignidad y la independencia conquistada por el Libertador Simón Bolívar.
Rodríguez encabezó el acto conmemorativo este martes 25 de noviembre, en el marco de una movilización popular en honor a los símbolos patrios. Desde la capital venezolana, el parlamentario subrayó que la independencia nacional es un legado inquebrantable de Bolívar y que el pueblo, junto a sus instituciones, está dispuesto a defenderla con firmeza frente a cualquier amenaza externa.
“Nosotros vamos a seguir en la calle con serenidad, con aplomo, pero con absoluta firmeza para denunciar la mentira y el crimen internacional y al lado de nuestro pueblo, siempre”, expresó Rodríguez, en un discurso cargado de referencias históricas y en el que hizo un llamado a la unidad nacional.
El presidente del Parlamento recordó que hace dos siglos, el ayuntamiento de Lima entregó al Libertador la Espada de Perú como reconocimiento a su gesta emancipadora. “Un día como hoy es emblemático porque hace 200 años le fue otorgada a nuestro Libertador por parte del ayuntamiento de Lima la espada con la que dio libertad a toda Latinoamérica”, señaló.
Rodríguez destacó que dicha espada representa “la inminente libertad y el respeto a nuestra soberanía”, y reiteró que el espíritu de lucha de Bolívar y Hugo Chávez sigue vivo en el pueblo venezolano.
El acto concluyó con consignas en defensa de la patria y llamados a mantener la movilización cívica como expresión de resistencia frente a lo que calificó como agresiones internacionales. La jornada se enmarcó en una narrativa de reafirmación nacionalista, con énfasis en la continuidad histórica del proyecto bolivariano