
Crisis Recurrente: Táchira de Nuevo Asfixiada por la Falta de Gasolina y la Ruina de la Infraestructura Petrolera
El estado Táchira vuelve a sumergirse en una severa crisis de escasez de combustible. Las kilométricas colas que se extienden a las puertas de las estaciones de servicio son el signo más visible de un problema estructural, cuya raíz se encuentra en la inoperatividad y el deterioro de la infraestructura de la industria petrolera nacional.
La población tachirense se enfrenta, una vez más, a la paralización de sus actividades cotidianas. El desabastecimiento crónico no solo impacta la rutina personal, sino que golpea duramente a sectores vitales, como la agricultura y el transporte de alimentos.
El Desmantelamiento de la Logística Andina
La actual situación es un reflejo directo del colapso logístico. Tradicionalmente, la región andina dependía del sistema de poliductos Sumandes para el suministro constante de combustible. Sin embargo, el mal estado y la falta de mantenimiento de esta infraestructura han obligado a PDVSA a depender de un método de distribución mucho más precario: el traslado en camiones cisterna desde el estado Zulia.
Esta dependencia de la vía terrestre intensifica la crisis, pues la flota de cisternas presenta un grave y documentado deterioro , evidenciado por la falta de mantenimiento preventivo y correctivo. Este sistema de transporte improvisado, lento e ineficiente, no tiene la capacidad de satisfacer la demanda de todo un estado.
Un Problema de Corrupción e Indolencia
Fuentes ligadas al sector petrolero señalan que la crisis no es solo un problema técnico o de producción, sino una consecuencia directa de la corrupción, la negligencia y la indolencia dentro de la industria estatal. Años de desinversión, la desviación de recursos y la falta de rendición de cuentas han llevado al stock de refinerías y poliductos a un punto de no retorno operativo.
El combustible, que debería fluir de manera eficiente para garantizar la operatividad de la región, queda atrapado en un cuello de botella logístico y administrativo, mientras la población padece las consecuencias.
Impacto en la Cadena Agroalimentaria
La escasez de gasolina tiene un efecto cascada que va más allá de las fronteras del estado. El Táchira es un bastión de la producción agrícola para el país. Productores del campo alertan que la falta de combustible pone en riesgo el traslado de cosechas hacia los centros de acopio y, posteriormente, a las grandes ciudades del país.
«¿Cómo hace un agricultor para mover su producción si apenas puede surtir unos pocos litros, después de horas de espera?», se pregunta un vocero del sector. El retraso o la imposibilidad de llevar alimentos (hortalizas, tubérculos, lácteos) a los mercados nacionales amenaza con encarecer los productos y generar un nuevo foco de desabastecimiento a nivel nacional.
Consecuencias Diarias para el Ciudadano
Las colas de gasolina significan:
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Pérdida de Tiempo Productivo: Horas enteras que el ciudadano común y el transportista pierden a la espera, restando tiempo a sus labores diarias, empleos y vida familiar.
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Encarecimiento del Transporte: La dificultad para surtir impulsa el mercado negro del combustible, elevando los costos operativos de empresas y particulares.
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Deterioro de la Calidad de Vida: El sector salud, educativo y de servicios básicos también se ve afectado, limitando la movilización de personal esencial.


