
Deportivo Táchira inicia el clausura con autoridad ante monagas
El fútbol venezolano encendió sus motores para el Torneo Clausura, y el Estadio de Pueblo Nuevo, el «Templo Sagrado» para la afición aurinegra, fue testigo de un inicio inmejorable para el Deportivo Táchira. En un partido que prometía emociones, el Carrusel Aurinegro demostró su jerarquía al vencer con autoridad a Monagas SC, dejando claro que el objetivo de revalidar títulos está más vivo que nunca.
Desde el pitazo inicial, la intensidad característica de los duelos entre Táchira y Monagas se hizo sentir. Ambas escuadras salieron dispuestas a imponer su estilo, pero fue el equipo local quien, impulsado por el aliento incesante de su público, comenzó a inclinar la balanza a su favor. La presión alta, la recuperación rápida del balón y la búsqueda constante de profundidad fueron las cartas de presentación de un Táchira que, bajo la dirección técnica del flaco Pérez Greco, mostró un planteamiento inteligente y ambicioso.
Los aficionados, que llenaron las gradas de Pueblo Nuevo con su pasión inconfundible, fueron un jugador más en la cancha. Cada jugada de peligro, cada quite defensivo y cada avance ofensivo fue celebrado con la euforia que solo se vive en este emblemático recinto. El «Dale Aurinegro» retumbaba en las montañas andinas, recordándole a los visitantes que en el Templo Sagrado, ganar es una tarea titánica.
Los goles, producto de dos jugadas colectivas bien elaborada y la definición precisa de bryan José Castillo y Luis Daniel Gonzáles, desató la algarabía en las gradas. Monagas intentó reaccionar, buscando espacios y generando algunas ocasiones, pero la defensa aurinegra, bien plantada y con la solidez habitual, logró contener los embates.
El segundo tiempo no bajó de intensidad. Táchira, lejos de conformarse, siguió buscando ampliar la ventaja, generando oportunidades que mantuvieron en vilo a la afición. Monagas, por su parte, no renunció a la búsqueda del empate, propiciando un partido vibrante y con ida y vuelta hasta el pitazo final.
El triunfo del Deportivo Táchira ante Monagas no es solo una victoria de tres puntos; es una declaración de intenciones. Es la confirmación de que el equipo está listo para afrontar los desafíos del Clausura con la misma determinación y el mismo espíritu competitivo que lo han caracterizado. La afición aurinegra ya sueña con nuevas glorias, y con este inicio prometedor, el «Templo Sagrado» promete seguir siendo un fortín inexpugnable en el camino hacia un nuevo campeonato.
El Carrusel Aurinegro ya piensa en su próximo compromiso, con la confianza y el impulso que otorga comenzar un torneo con una victoria tan significativa. El Clausura apenas comienza, pero en Pueblo Nuevo, la ilusión ya es una realidad tangible.
Foto: deportivo táchira