
Beisbol profesional de Venezuela tiene su primera arbitra
Debutó como umpire de tercera en el juego Cardenales-Tiburones del 18 de octubre
El pasado 18 de octubre, Wanda Lisseth Rodríguez Gutiérrez, de 22 años de edad, marcó un hito en el béisbol venezolano al convertirse en la primera mujer en arbitrar un juego oficial de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP).
En el Estadio Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto, Rodríguez debutó como auxiliar en tercera base durante el enfrentamiento entre Cardenales de Lara y Tiburones de La Guaira, un encuentro que no solo destacó por la acción en el diamante, sino por la trascendencia de su presencia en el terreno.
Con una técnica impecable y una serenidad que desafía su juventud, Wanda demostró por qué es considerada una de las promesas del arbitraje venezolano. Su actuación fue elogiada por jugadores, técnicos y aficionados, consolidándola como un símbolo de equidad de género en un deporte tradicionalmente masculino.
“Es un sueño cumplido, pero solo el comienzo. Mi meta es llegar a las Grandes Ligas”, afirmó Rodríguez tras el encuentro, que ganaron los crepusculares sobre los escualos, 6 carreras por 3.
Un poco de su trayectoria
Graduada con honores del Venezuelan Umpire Camp (VUC), Wanda acumula una trayectoria ascendente.
Desde sus inicios como receptora en ligas menores como la Liga Izturis y la Liga Central, hasta su destacada participación en la Dominican Summer League 2024 y la Serie del Caribe Kids en julio de 2025, donde fue la primera mujer en arbitrar un evento de la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe (CBPC), su camino ha sido de constante superación.
Además, en diciembre de 2024, se convirtió en la primera umpire principal venezolana en un Juego de Estrellas de la LVBP, frente a Japan Breeze en Caracas.
Bajo la mentoría de Miguel Hernández, coordinador de árbitros de la LVBP, y con el respaldo de la Federación Venezolana de Béisbol, Wanda Rodríguez no solo rompe barreras, sino que inspira a nuevas generaciones.
Su debut en la LVBP es un paso firme hacia un futuro donde el talento trascienda cualquier prejuicio, y su nombre ya resuena como sinónimo de cambio en el béisbol venezolano.