Si bien la subvariante BA.5 de ómicron predomina en la cuarta ola de contagios, la llegada de una nueva variante: Centauro o ‘centaurus’, ya es mayoritaria en la India, donde supone el 20 por ciento del total de los nuevos positivos de covid.

Los expertos están preocupados porque se ha extendido ya a otros países, incluidos Australia, Canadá, Alemania, Nueva Zelanda, Reino Unido, Israel y Estados Unidos.

La comunidad científica, ante este nuevo surgimiento, vaticina el predominio de Centauro en el mundo, mutación BA2.75. Una variante del coronavirus que multiplicaría los niveles de extensión y capacidad de contagio respecto a los sublinajes de ómicron BA.4 y BA.5.

Los expertos, todavía sin un consenso científico que lo certifique, afirman que Centauro podría ser entre cinco y siete veces más contagiosa que sus predecesoras.

Una velocidad que, sin duda, es el real motivo de preocupación.

¿Cuáles son los síntomas de la variante Centauro?

Es poca la información científica que se tiene acerca de este nuevo linaje, así como su nivel de transmisibilidad o evasión de la protección de las vacunas, por lo que los síntomas ya conocidos por la variante ómicron continúan siendo los signos de alerta:

• Dolor de cabeza
• Fiebre
• Congestión nasal
• Tos
• Dolor de garganta
• Malestar general

La diferencia que hace más contagiosa a Centauro

El elemento que podría hacer que Centauro eclipsase a BA.4 y BA.5, según los datos facilitados por la científica Swaminathan, relacionados con la genética de esta variante, son sus mutaciones en la proteína de la espícula. G446S y R493Q son las que más preocupan de las 16 mutaciones advertidas.

En total, respecto a variantes anteriores, Centauro asumiría hasta ocho mutaciones adicionales, diferenciándola de sublinajes como BA.5.

Se trata de un contexto que abriría las puertas al virus del organismo, tanto de no vacunados como también de vacunados. Es decir, que podría esquivar la inmunidad de las vacunas y las infecciones previas.

Según ha explicado Soumya Swaminathan, científica jefe de la OMS, los primeros estudios genéticos apuntan a que Centauro acumula un abanico de mutaciones en la región de la espícula, también conocida como la llave de entrada que utiliza el virus para infectar las células humanas.

La experta dijo, además, que “se trata de una subvariante que es muy diferente a las anteriores y que tiene propiedades suficientes para que la veamos con inquietud”.

Fuente: www.independentespanol.com

 

Por: Sofía Zermoglio