Manuel Isidro Molina

Manuel Isidro Molina

En una rueda de prensa conjunta del Partido Comunista de Venezuela–Dignidad (PCV–Dignidad, judicializado por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y despojado de su tarjeta electoral) y el Movimiento Popular Alternativo (MPA), con el objeto de hacer un pronunciamiento respecto a la inscripción de candidaturas presidenciales. Allí denunciaron que no se les permitió inscribir la candidatura presidencial de Manuel Isidro Molina y plantearon cuales serían las posiciones políticas que se disponen a asumir durante el período electoral que se inicia.

Ambas organizaciones políticas intentaron presentar la candidatura independiente del periodista y dirigente gremial Manuel Isidro Molina, quien representa al MPA y recibió el respaldo del PCV-Dignidad. Manuel Isidro Molina (MIM) fue designado por los comunistas como su candidato presidencial por decisión de la XVII Conferencia de este partido, efectuada el 17 de marzo.

 

Abrió la rueda de prensa Oscar Figuera, secretario general del PCV (Dignidad), refiriéndose al impedimento que se les puso al momento de intentar presentar la candidatura ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), como «una alternativa de acumulación y reagrupamiento de fuerzas izquierda y populares, para enfrentar a los dos bloques responsables de la crisis», a los que describió como «dos bloques burgueses», ambos capitalistas y de derecha:

Uno de los bloque -dice Figuera- es el que encabeza Nicolás Maduro con políticas de ese tipo, «que agrede al pueblo, reprime las libertades democráticas, impide la participación política, que interviene a partidos como el PCV… que reduce los salarios, impide la libertad sindical y las negociaciones colectivas, negocia con el imperialismo, entrega empresas del Estado al gran capital, destruye la naturaleza…»

El otro bloque -señala el Sec. Gral del PCV- es el de «los sectores burgueses de oposición, también neoliberales y del gran capital» pero que no están gobernando hoy, aunque van, según su afirmación, en la misma dirección política de Nicolás Maduro y el PSUV.

Denunció Oscar Figuera que no pudieron inscribir como candidato a MIN, «por el robo de la tarjeta del PCV» (entregada a un sector madurista que ya no militaba en ese partido), aunque por otra parte MIM había denunciado en las RR SS las trabas interpuestas para que le inscribiese otro partido y a su partido el MPA no se le permitió concluir su proceso de legalización.

Al respaldo de la mesa de la rueda de prensa que compartían el MIM y el PCV (que se identifica agregando la denominación Dignidad para diferenciarse de quienes considera usurpadores de su tarjeta), se encontraba una pancarta del MPA con el llamado a su voluntariado electoral para la «reconstrucción integral de Venezuela». Al frente de la mesa había una pancarta de la organización comunista de Figuera.

A su turno, el candidato Manuel Isidro Molina, al que no se le permitió inscribirse en el CNE, anunció que venían días de incertidumbre; luego agradeció al PCV-Dignidad y al MPA el respaldo a su candidatura independiente.

Llamó a «tener calma y estrategia» y dijo que estaba «prohibido volverse loco» frente a la situación que está planteada en el país.

Expuso que «hemos sido víctimas de un manejo brutal, antidemocrático, restrictivo de los derechos democráticos, de la participación política, por un régimen inescrupuloso que no ha tenido comedimiento en la exclusión de diversos sectoeres y candidaturas».

A ésto lo que denominó como un «apartheid electoral», ejercido por el «gobierno fracasado de Nicolás Maduro, el PSUV y sus testaferros»; una «conspiración contra la democracia, candidaturas a su gusto, teledirigidas, con partidos prefabricados, decenas de partidos intervenidos judicialmente, de todas las tendencias…» Habló de 15 partidos, por imposición del TSJ, bajo supuestas medidas temporales sin sentencia definitiva por la «justicia monopolizada».

MIM denunció el «proceso de manipulación desde el CNE, restringiendo las libertades políticas y la participación de partidos». Estimó en unas 300 organizaciones «incautadas» por el CNE anterior y el actual, y afirmó que «convirtieron al CNE en un cuarto oscuro, congelando todas las peticiones para la legalización de organizaciones nacionales, regionales y grupos de electores».

Mencionó el caso de la candidatura de Corina Yoris y el suyo propio como víctimas de estas prácticas antidemocráticas, aunque marcando distancia política con lo que representa la primera, para referirse a que se habrían aplicado «instrucciones expresas para que ningún partido pudiese inscribir estos nombres.

En adelante -dijo- «nos diponemos a fortalecer la coalición del Encuentro Popular Alternativo (EPA), que es la alianza entre el MPA, el PCV (versión histórica), el PPT-APR encabezado por Rafaél Uzcátegui, el Partido Socialismo y Libertad (PSL), Marea Socialista, el movimiento Dignidad por los derechos de la diversidad sexual, el Movimiento Político de Profesionales y Ténicos, y el Partido Revolucionario del Trabajo (PRT), acuerdo político que ya viene desde hace cierto tiempo impulsando la lucha unitaria por reivindicaciones sociales y derechos democráticos. Aseguró que esta alianza política seguirá dando «pasos coherentes y de integración por los derechos del pueblo y de los trabajadores», tanto activos como jubilados «traicionados y empobrecidos por el gobierno neoliberal de Nicolás Maduro y el PSUV».

MIM llamó a la «rebeldía cívica» de los votos, para «derrotar al gobierno traidor, corrupto y represivo», en el sentido de producir cambios, incluso, en el transcurso del período electoral. Mencionó la solicitud que hiciera esta alianza, de «posposición por 120 días de las elecciones», para realizarlas el último domingo de noviembre (24 de noviembre), pero consideró que lamentablemente ésto no sería posible (a juzgar por lo que están haciendo el gobierno y el CNE).

 

Comentó MIM que «el gobierno cree que está ganando … pero el pueblo le está diciendo que tiene pies de barro», de diversas maneras y con distintos mensajes. Manifestó solidaridad con los trabajadores empleados públicos «coaccionados y maltratados» para ir a presentar la candidatura de Nicolás Maduro a Plaza Caracas, quien «tiene la pretensión de llegar hasta el 2031 y cumplir 18 años en Miraflores, algo sólo superado por el dictador Juan Vicente Gómez».