Un gran juego de vida disputó Daniel Eduardo Benítez Pernía, su pasión por el deporte lo llevaron a convertirse en uno de los mejores jugadores de Venezuela.

Su pasión por el fútbol, le dieron paso a una vida de ensueño, llena de emociones y grandes sentimientos, reflejados en triunfos y superación de situaciones, donde siempre estuvo la bendición de sus señora madre, la señora Omaira que recibe junto al Creador a su amado hijo, que construyó un gran tejido de amistades y bondades protegida por la bendición celestial.

La partida de Daniel Benítez, deja un inmenso dolor en la afición del Deportivo Táchira, de La Guaira y Venezuela, donde supo forjarse una meta, que como proyecto de vida tuvo desde niño, jugar el fútbol profesional y ser parte del Deportivo Táchira.

Daniel, es ejemplo para una generación, a sus 33 años, pudo alcanzar las más altas celebraciones de éxito, con el tesón y entrega del día a día para ser uno de los mejores.

Cuando, en la historia deportiva del Táchira, se mencione el nombre de Daniel Benítez, sus pequeños Sebastián Daniel y Mía Anabella, solo deben mirar al firmamento y agradecer a Dios que su padre fue un hombre de bien, forjado de un mineral de vida que dio un paso a la eternidad, para el descanso eterno, luego de disputar el juego de su vida, Paz a Su Alma, ahora para Daniel Benítez, las ovaciones son celestiales.

Said Cárdenas CNP 13868

@saidmoanack