Estoy convencida de que la espina dorsal, el elemento conductor, es la confianza. La sociedad no confiará jamás en un líder que no confía en ella.

Muchos del liderazgo que han conducido este proceso no han sentido la confianza en la gente, creen que pueden imponerle a la gente, eso fue lo que cambió el 22Oct. Fue un movimiento que surgió desde la bases, de los sectores más rurales, al contrario del chavismo que surgió desde las élites y fue bajando.

Todo lo que el régimen ha destruido el país lo asocia cada día más con lo que es el socialismo. Por eso se cierra un ciclo histórico de control, estatismo y centralismo.

Se acabó ese cuento de que aquí hay cheques en blanco para la conducción política.

Yo recibí un mandato, no soy la dueña de este proceso, los dueños son los que nos esperaban anoche en Escuque a las 11 de la noche. El protagonista es el venezolano, las élites no están entendiendo lo que está sucediendo.

Este régimen ha buscado dividir a la sociedad en todos los ejes.

Nos ponen la falsa diatriba entre radical o moderado, yo me pregunto: entre la corrupción y la honestidad, ¿tú quieres estar en el medio?

Lo digo todos los días: cuando yo sea presidente, voy a ser la presidente de todos los venezolanos.

Cuando yo digo que aquí una mujer nunca más va a bajar la cabeza por una bolsa de comida, sino que se la va a ganar con trabajo digno, la gente se siente reconocida en su dignidad.

Uno suele a asociar las campañas en Latinoamérica como que la gente va a pedir una casa, escuela…Aquí la gente no viene a pedir, viene a dar.

Vamos a tener desafíos de aquí al 28 de julio, con un régimen que te dice que por las buenas o por las malas; que vean las calles de Venezuela, nosotros vamos por las buenas, pero vamos hasta el final.

Imagínense aquí en Los Andes todo lo que se puede hacer con educación, con producción, con la agricultura, pero eso sí, con mucha tecnología.

Siento que todos hemos ido asumiendo que la garantía somos nosotros. Yo no creo en mesianismos, creo en liderazgos compartidos.

Este es un momento donde cada quien está asumiendo su responsabilidad compartida.

 

La confianza se basa en decir la verdad, y yo siempre he dicho la verdad.

Ayer vimos cómo se usan los recursos del Estado para intimidar.

¿Es esta una elección libre? Obviamente, no, los venezolanos no están votando por el candidato que eligieron, esta no es una elección justa, pero es una lucha existencial por la libertad.

El régimen está en una posición en la que suspender las elecciones tendría un costo brutal dentro y fuera del país.

Parte de nuestro trabajo es hacerle entender a todo el sistema que lo que nos conviene es avanzar hacia una transición ordenada.

107 días tiene Guillermo López secuestrado. Juan Freites, Luis Camacaro, Henry Alviarez, Dignora Hernández y Emill Brandt son mis hermanos, no solo unos compañeros de lucha. Cuando se llevan a uno, llegan cientos. La gente perdió el miedo.

Cuando todo un país está unido, no pueden.