
Aeropuerto camilo daza
A través de un comunicado fechado el 12 de febrero, Migración Colombia le pidió a la gerente general de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) en el país, Paula Bernal Sanint, socializar con las aerolíneas los requisitos de ingreso de los venezolanos.
Por esta razón, a los pasajeros oriundos del vecino país (Caracas y otras ciudades del centro con rutas a Bogotá) se les está exigiendo que presenten el boleto de salida al momento de entrar a Colombia, como lo contempla el Decreto 1067 del 26 de mayo de 2015 del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Esto ha llevado a que, en Venezuela, las agencias de viajes y aerolíneas obliguen a los usuarios a comprar también el tiquete de regreso. Sin embargo, el problema no radica en esta disposición, sino que imposibilita que los viajeros salgan de Colombia por Cúcuta (Norte de Santander) o Riohacha (La Guajira), por no tener vuelos directos a aeropuertos de ese país.
Incluso, las empresas de transporte aéreo han repartido volantes que dicen: “ya no podemos embarcar pasajeros venezolanos a ciudades fronterizas, únicamente a Caracas, siempre y cuando cumplan los requisitos de ingreso a Venezuela”.
Para el presidente de la Cámara de Turismo del estado Táchira, Gustavo Anzola, la medida afecta el flujo de pasajeros con destino a la zona fronteriza, por lo que se puede reducir la llegada de viajeros al aeropuerto internacional Camilo Daza y, por ende, impactará negativamente el comercio, la hotelería y distintas actividades económicas.
“Pedimos a las agencias de viajes y aerolíneas permitir que los ciudadanos venezolanos y extranjeros que ingresen a Colombia y manifiesten salir vía terrestre por los pasos fronterizos les permitan la compra del boleto a esa ciudad limítrofe o, si ya lo tiene solo con exhibirlo los dejen subir al avión”, indicó Anzola.
El líder gremial venezolano afirmó que la disposición tiene una “laguna legal”, independientemente de que las aerolíneas dejen llegar por Bogotá y salir por Norte de Santander a Táchira, porque hay viajeros que hacen vida tanto en la zona fronteriza como en el centro e Venezuela.
Vía La Opinión