La desidia de los gobiernos en Táchira e indiferencia al clamor de los ciudadanos que sólo son tontos útiles para los mal llamados procesos electorales o elecciones, son un cáncer para los tachirenses desde tiempos remotos negativamente calificados como cuarta y quinta república.

Esto lo refleja el estado de deterioro que tiene la estructura de la Pasarela de Puente Real, paso peatonal para los ciudadanos que deben evitar el terrorífico cruce por la avenida Marginal del Torbes en San Cristóbal.

Para utilizar esta pasarela, los peatones deben tener la protección divina, primero para no ser atracados, segundo no ser atropellados por los sujetos motorizados, particulares, mototaxistas y delincuentes que tienen el túnel de paso como albergue, azotando a todo aquel que cruza la avenida por esta ruta que es exclusiva para los caminantes.

 

La tercera situación de riesgo que ahora viven en este paso los transeúntes, es el avanzado estado de destrucción de la Pasarela de Puente Real, jamás vigilada y atendida, por los gobiernos de turno, donde se puede confirmar en el recorrido por esta obra de importancia como se cae a pedazos.

Las columnas de los andenes o rampas de subida y bajada están quebradas solo las soportan las cabillas base, las vigas aéreas están resquebrajadas y vencidas, divididas y gran cantidad de sus pedazos están en las aceras y en la Marginal, mientras que las laminas de protección acrílica y pasamanos de tubería son robados por los criminales.

 

Ante esta grave situación y para evitar una tragedia como el Puente de la Chivata, del Chururú u otras estructuras destruidas los ciudadanos que viven en exigen atención y reparación a tiempo, porque en cualquier instante colapsa la pasarela y de nada los lamentos como ocurre con las emergencias en Táchira y Venezuela, con la seguridad que esta situación seguramente caerá en el peloteo y promesas de los gobiernos en la región.

 

Esta lamentable situación de alto riesgo que viven los peatones en la Pasarela de Puente Real es el fiel reflejo que esas supuestas fases gubernamentales de cuarta y quinta, que nunca existieron, únicamente fanatizadas en la verborrea politiquera que insiste en darles ese nombre, deja plasmado el estado de calamidad pública que viven los habitantes del Táchira desde hace más de 60 años, que se agudizó en los últimos 20 y ahora no hay soluciones, rápidas, efectivas, organizadas y sin presuntos hechos de corrupción con contratos a supuestos politiqueros, para soluciones efectivas, porque el bien común de los ciudadanos no les interesa.

Said Cárdenas CNP 13868

@saidmoanack