PCV

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El miércoles 20 de marzo, el país presenció una nueva farsa: Nicolás Maduro Moros se proclamó candidato del Partido Comunista Venezuela (PCV) a las elecciones presidenciales previstas para el próximo 28 de julio. Para ello, echó mano de sus operadores políticos quienes, utilizando los símbolos del Gallo Rojo, trataron de revestir de legitimidad un mediocre acto de servilismo político.

El país debe recordar que, en agosto de 2023, la tarjeta del PCV fue secuestrada por órdenes del propio presidente Nicolás Maduro Moros y entregada a este grupo de mercenarios a través de una írrita sentencia judicial de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).

No es la primera vez en la historia que las y los comunistas no pueden presentarse a las elecciones con su propia tarjeta. Así como los dictadores y falsos demócratas del pasado ilegalizaron al PCV, hoy nuestra personalidad jurídica está en manos de estos oportunistas y corruptos que nada tienen que ver con la digna militancia comunista.

Las razones de este asalto judicial son también de conocimiento público: el XVI Congreso Nacional del PCV, máxima instancia de dirección de la militancia comunista venezolana, reunido en noviembre de 2022, ratificó la decisión de romper con la política antiobrera, antipopular y antinacional del Gobierno de Nicolás Maduro Moros, quien ha hecho pagar al pueblo venezolano las consecuencias de la crisis capitalista así como de las medidas coercitivas del imperialismo, mientras protege los intereses del capital nacional y transnacional.

Consecuentes con nuestra línea histórica de defensa de los derechos del pueblo trabajador de la ciudad y el campo, las y los comunistas venezolanos nos hemos mantenido con firmeza acompañando las legítimas luchas de la clase trabajadora y de los sectores populares que reclaman la restitución de los derechos conculcados.

La respuesta de la cúpula gobernante a los reclamos de la clase trabajadora, ha sido el hostigamiento, la criminalización, la judicialización y la violación de sus derechos políticos al impedirle contar con una opción electoral autónoma e independiente de los dos polos hegemónicos (la cúpula neoliberal del Gobierno-PSUV y cúpula de la derecha opositora) que son corresponsables de la catástrofe nacional y que hoy se disputan el poder político en un escenario electoral controlado.

La verdadera militancia comunista, la que mantiene en alto la dignidad del Partido de Gustavo Machado, Olga Luzardo, Jesús Faría, Alberto Lovera, Argimiro Gabaldón, Livia Gouverneur, Cruz Villegas, Pedro Ortega Díaz, Alonso Ojeda Olaechea,Trino Meleán, Eduardo Gallegos Mancera, Jerónimo Carrera y de centenares de héroes, heroínas del pueblo venezolano, no puede acompañar ni apoyar la deriva antidemocrática y reaccionaria de la cúpula del Gobierno-PSUV.

 

El pasado domingo 17 de marzo, la XVI Conferencia Nacional del PCV, única instancia estatutaria para escoger candidato o candidata a la Presidencia de la República, decidió apoyar la candidatura del periodista y luchador gremial Manuel Isidro Molina.

Las y los comunistas venezolanos también nos hemos propuesto trabajar por el reagrupamiento de las fuerzas auténticamente democráticas, patrióticas, antiimperialistas y revolucionarias para enfrentar los obstáculos que la élite gobernante ha impuesto para aferrarse al poder.

Sepa el pueblo venezolano que la genuina militancia del PCV no retrocederá ante esta escalada anticomunista; nos mantendremos en los combates de clase presentes y futuros.

Seguimos en pie: Sumando fuerzas y organizando luchas.

Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Venezuela (XVI Congreso Nacional).