Aficionados portugueses celebran la victoria contundente de su selección. Imagen de Fifa.
Titulares:
CNN. Marruecos, histórico: eliminó a España y jugará cuartos por primera vez.
Marca: Fiasco de una España mediocre.
As: ¡Qué pena de Mundial!.
One Football: Bono. El Héroe de una Marruecos que sueña alto.
Mundo Deportivo: Busquets. «Nos vamos fuera de la forma más cruel».
Marca. Walid Regragui saca pecho: «Tenemos un equipo extraordinario, podemos llegar lejos».
El entrenador español a través de su cuenta Twitter ha enviado un mensaje a la afición disculpándose por el resultado. Imagen de One Football.
One Football. Luis Enrique evita responder sobre su futuro: «no es el momento».
Cristiano Ronaldo arrancaba el enfrentamiento con Suiza desde el banco y a pesar de ello no deja de ser el foco de atención en la selección lusa. Imagen de Marca.
CNN: Con Cristiano Ronaldo en el banco, Portugal golea a Suiza.
Marca. Raheem Sterling: «No volveré a Catar hasta que mi familia este a salvo».
AFC: Paulo Bento deja el cargo de entrenador en jefe de Corea del Sur.
Marca: Roberto Martínez, Tata Martino… todos dejaron el cargo al no cumplir el objetivo.
TyC Sports: Juventus y una escandalosa investigación que podría relegarlo a la Serie B.
Portugal fue la cara; España, la cruz
Autor: José Manuel Valladares / Twitter: @JMValladares
Cristiano vio desde el banquillo una exhibición de sus compañeros. El seleccionador Fernando Santos optó por dejar al goleador histórico entre los suplentes y dar la alternativa al joven de 21 años Gonçalo Ramos, quien respondió a la confianza con un hat-trick: abrió el marcador con un misil por la escuadra, amplió su cuenta con un movimiento de ‘9’ puro al primer palo, y cerró su recital con una definición gourmet ante el portero.
Gonçalo Ramos se convierte en el goleador más joven en marcar un hat-trick de este mundial. Imagen de Sportingnews.
Portugal no quiso ser menos que Francia y Brasil y pasó a cuartos de final con una actuación contundente y extraordinaria que derribó tempranamente la ilusión suiza. Ramos hizo gala de sus movimientos y olfato goleador, que ya ha mostrado recientemente con el Benfica, mientras João Félix recuperó lo mejor de su juego y coronó su buen partido con dos asistencias.
Ya con el encuentro sentenciado, CR7 ingresó a los 73 minutos y se unió a la fiesta lusitana, que cerró Rafael Leão con la cereza del pastel. Un set que elevó la cotización de Portugal entre las ocho selecciones que quedan en carrera.
La pizarra de la jornada:
Los centrocampistas lusitanos tuvieron libertad de movimientos. El lateral Raphaël Guerreiro abrió el campo por la banda izquierda, mientras Bernardo Silva, Otavio y Bruno Fernandes se repartieron los espacios con dinamismo. William Carvalho guardó las espaldas de todos como pivote. Arriba, João Félix participó de los circuitos de juego y se juntó con Gonçalo Ramos, que lejos de ser un ‘9’ fijo, también hizo daño con su movilidad.
Decepcionante tiqui-taca
El problema de España no fue la definición desde el punto penal (en la que fallaron Sarabia, Soler y Busquets). El problema fue haber llegado hasta ahí ante Marruecos. Luego de más de 120 minutos con 77% de posesión y 1019 pases, la selección de Luis Enrique solo realizó un remate a portería. Si su plan de juego es tener el balón y dominar al rival con la tenencia, con esa escuálida producción, el resultado no es otro que un fracaso.
La “Roja” se fue con solo una victoria en cuatro partidos. La goleada contra Costa Rica fue un espejismo, y luego vinieron el empate ante Alemania y las derrotas frente a Japón y Marruecos. Ante el bloque defensivo de los magrebíes, España estuvo espesa en lo colectivo y poco resolutiva en lo individual. Pases al pie, sin profundidad ni desmarques de ruptura. Un equipo predecible, que no tuvo plan B durante todo el Mundial.
Imagen de Twitter.
Algunos datos, cortesía de @SofascoreLA, que sustenta que Marruecos se encuentre entre las ocho mejores selecciones del mundo. Imagen de Twitter.
Así como hubo un gran derrotado, también quedó en la retina el loable ejercicio defensivo de Marruecos. Un grupo que Regragui ha sabido unir y que se dejó la vida para hacer historia para su país. Pero no solo fue entrega, también hubo orden táctico en un combinado que solo ha encajado un gol en Catar (en propia puerta) y se ha colado entre los ocho mejores de la Copa del Mundo. Aguerd y Saïss volvieron a ser una pareja infranqueable en la zaga; el incansable Amrabat ordenó todo desde el medio; y Boufal regateó hasta que le dieron las piernas. Luego, le llegó el turno al sevillista Bono, que se convirtió en rey por un día.
Bono, quien milita en el Sevilla FC de España, en una de las intervenciones en la tanda de penales. Imagen de Fifa.
pizarra de la jornada:
Marruecos defendió en bloque bajo con su acostumbrado 4-1-4-1. Cerró los pasillos interiores a España, no sufrió en los duelos individuales y apenas permitió un disparo entre los tres palos. Su plan de juego era no recibir goles y lo ejecutó a la perfección. Orden y sacrificio al servicio del bien colectivo.
