La primera del abono del Carnaval Taurino de América, que anunciaba el retorno a los ruedos de David Fandila «El Fandi» la presencia por tercer año consecutivo del español  Francisco de Manuel y el debut en Venezuela de José Antonio Valencia, convocó la presencia de un público que se acomodó en los tendidos llegando a mostrar la «Román Eduardo» un poco más de media plaza, en una tarde con un sol vehemente, que fue apagándose dando paso al frío de la noche.

Está vez la protagonista fue la espada, pero por contradictorio que parezca, en vez de dar los triunfos, la toledana en la ejecución de la suerte suprema de los tres alternantes cercenó la posibilidad de cortar trofeos y tener una tarde de importancia muy a pesar del poco juego que dieron los pupilos de Jesús Riera que luego del tercio de banderillas se vivieron abajo, prestándose muy poco para el lucimiento de los coletas actuantes.

El único trofeo lo exhibió el español, con sangre tachirense Francisco de Manuel, quién en su segundo toro de nombre Buena Hierba le ligó una faena muy artística, de temple y mando, quizá sin mucho lucimiento al tendido, pero si de mucha clase, con toreo lento y suave muy a pesar de las condiciones del burel de Los Aranguez, al cual recetó una  buena dosis de acero para ver caer una oreja, ganada a toda ley.

En su primero, el más pesado de la corrida, con una romana de 530 kilogramos,  estuvo voluntarioso, pero sin acoplarse a las intermitentes embestidas de «Gitano» que al igual que sus hermanos se quedó sin gas en el último tercio e impidió que se hicieran mejores las cosas, sin embargo De Manuel se justificó en gran medida ante la afición que le agradeció con los aplausos.

José Antonio Valencia, quién debutaba en su país como matador de toros, también estuvo errático con el estoque, perdiendo las orejas en al menos uno de sus dos toros, el heredero de los Valencia, una de las dinastías venezolanas de todos los tiempo, estuvo bullidor, pero al mismo tiempo dejó plasmado la esencia artística de su impronta; su juventud en edad y en alternativa y sus ansias de mostrarse ante la afición venezolana le privaron del triunfo, sumado por supuesto al poco juego de sus oponentes.

 

David Fandila «El Fandi» el más antiguo en alternativa, vestido de nazareno y oro, es quien sale al ruedo en primer lugar recibiendo a «Anticuado», un toro de Los Aranguez, ganadería venezolana anunciada en el cartel, que marcó en la romana un peso de 430 kilos y tenía en sus lomos marcado el número 30, el cual fue recibido por el de Granada con un buen saludos capotero que fue aplaudido por la afición.

Como de costumbre, con las banderillas fue efectivo, conectando con el tendido y mostrando que luego de obligado reposo, aun queda Fandi para rato, sin embargo, a pesar de lo voluntarioso, entregado y profesional que fue en sus dos salidas al ruedo de la plaza merideña, se fue de vacío, siendo esta, quizá la única vez en casi 70 corridas en Venezuela, que el de Granada, el ídolo de la afición nacional, se fuera del país sin tocar pelo, sin probar los dulces sabores del triunfo.

Ficha de la Corrida

David Fandila (Nazareno y oro)

Aplausos y Aplausos

Francisco de Manuel

Aplausos tras aviso y una oreja

José Antonio Valencia

Aplausos tras aviso y aplausos.

Ganadería: Los Aranguez

Toros bien presentados en peso y edad (salvo el que salió en sexto lugar) desiguales en juego, apagándose en el último tercio de la lidia.

Carlos Alexis Rivera CNP 10746