Los tres reyes magos

Los tres reyes magos

La historia sobre los «Magos de Oriente» aparece bien definida en los Evangelios Apócrifos, en los que el término «mago» se ha de interpretar como un sinónimo de astrólogo.

El 5 de enero es una noche en la que los corazones infantiles palpitan aceleradamente y cuando cierran los ojos sueñan con ilusión que los Reyes Magos de Oriente les traigan los regalos ansiados. Esperan que la carta que enviaron hace tanto tiempo con el encabezamiento «Queridos Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar» llegue a su destinatario sin problemas.

Es tanta la emoción y el nerviosismo de los más pequeños que, en el silencio de la noche, de tanto pensar en ellos, les parece oír el sonido de sus pasos y el roce de sus túnicas de seda por los pasillos.

Los magos que en realidad eran astrólogos
Pero, ¿sabemos cuál es el origen de los Reyes Magos? La única alusión que tenemos a estos personajes aparece en el Evangelio de San Mateo, en el que se menciona a unos «magos», de quienes no da nombres, ni dice que fueran reyes y ni mucho menos que fueran tres. El Evangelio cuenta que unos magos llegados de Oriente fueron guiados por una estrella para que adorasen al rey de los judíos que acababa de nacer.

Al enterarse de esta noticia, Herodes el Grande, que por esa época era el rey de Judea, los mandó llamar para interrogarlos, y les hizo prometer que una vez hallaran al niño se lo comunicarían para que pudiera adorarlo él también.

Tras abandonar el palacio y ser guiados por la estrella, los magos encontraron al niño en un establo en Belén, junto a María y José. Al postrarse ante él y ofrecerle oro, el metal de los reyes; incienso, la ofrenda de los dioses; y mirra, como anuncio de sus futuros padecimientos, fueron advertidos por un ángel de que no volvieran al palacio de Herodes ya que este solo quería acabar con la vida del niño.

Los evangelios ofrecen muy pocos datos sobre los Reyes Magos; En realidad, la historia sobre los «Magos de Oriente» aparece bien definida en los Evangelios Apócrifos, muy ricos en descripciones sobre estos personajes. En ellos, el término «mago» se ha de interpretar como un sinónimo de astrólogo, un sabio que puede, a través de la lectura de las estrellas, predecir acontecimientos.

Los tres reyes magos

Los tres reyes magos

A pesar de las respuestas que se puedan encontrar en la Biblia, el origen de los Reyes Magos tal como los conocemos en la actualidad tiene su origen en una larga tradición medieval que los «bautizó» con los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar.

En España, y gracias a los testimonios escritos y artísticos que se guardan en la Biblioteca Nacional de España, somos testigos del nacimiento de esta leyenda a lo largo de los siglos, en concreto en una de las piezas más excepcionales de la literatura española del sigo XII, el llamado Auto de los Reyes Magos, una obra fundamental en la historia de la literatura española por ser el texto teatral más antiguo que se conserva en lengua castellana. En dicha obra aparecen Melchor, Gaspar y Baltasar, pero no son definidos como «reyes», sino como steleros, es decir, astrólogos.

Los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar aparecieron por primera vez en el famoso mosaico del siglo VI en la basílica de San Apolinar el Nuevo en la ciudad italiana de Ravena. Según un manuscrito del siglo XIII, se creía que los Magos podían proteger contra la epilepsia, y bastaba con rezar una breve oración al oído de un enfermo pronunciando el nombre de los tres Reyes para curarlo.

En algunos puntos de Europa, el día 6 de enero se inscribían sus iniciales, GBM, en todas las puertas de las casas y en los establos para salvaguardar a las personas y a los animales contra el ataque de demonios y brujas.

Fuente: nationalgegraphic.com