El 1ro de mayo o día del trabajador se creó para conmemorar a los mártires de Chicago. El 1 de mayo de 1886, 340.000 obreros salieron a las calles de Estados Unidos para reclamar la jornada laboral de ocho horas al día. Chicago fue la ciudad más activa durante esa huelga, que duró varios días en los que la violencia inundó las calles.
Como consecuencia, cinco dirigentes anarquistas y socialistas fueron condenados a pena de muerte. Un año y medio después de las manifestaciones, cuatro de los cinco, August Spies, Albert Parsons, Adolf Fischer y George Engel, fueron llevados a la horca, el quinto Louis Lingg se suicidó el día previo. Además, otras dos personas fueron condenadas a cadena perpetua.