Con solo 14 años, Sergio Hernández debutó en la Segunda División y a los 16, se estrenó en el primer equipo del Aurinegro.

Durante 10 temporadas, se convirtió en el amo y señor de la zona medular del conjunto amarillo y negro.

Se trata de Sergio “Pollo” Hernández, oriundo de la prolongación de la Unidad Vecinal de San Cristóbal, quien se convirtió en un referente del club, en la década del 90’, erigiéndose además, como capitán de la plantilla.

Tras abrirse paso en la Segunda División, Hernández caló en el equipo profesional en la temporada 1988-1989 y durante una década consecutiva, defendió con pundonor la camiseta Aurinegra como volante de marca, siendo el único equipo al cual aportó toda su jerarquía.

En su actividad deportiva, recuerda con mucha emoción, lo sucedido en un viaje a Puerto Ordaz, para enfrentarse a Minerven de El Callao, en el estadio “Cachamay”.

“Salíamos desde Santo Domingo pero el avión militar de carga se demoró en llegar, finalmente salimos a las 2 de tarde y llegamos justo a las 4 a Puerto Ordaz, nos cambiamos en el avión, llegamos en taxi y ganamos 2-1 para clasificar al hexagonal final”, comentó.

También considera inolvidable el Torneo Apertura de 1998, cuando dirigidos por Raúl Cavalieri, dominaron el semestre con 50 puntos en 22 partidos.

“Pero pasamos de una inmensa alegría a una tristeza inconsolable porque el equipo se desintegró para el Clausura 1999 por problemas económicos”, recordó.

Casado con Lorena Buitrago desde hace 25 años, tienen un hijo llamado Sergio Alejandro, quien estudia Negocios Internacionales en el país vecino de Colombia.

Luego de dejar al fútbol, el “pollo” Hernández se enfocó en el desarrollo de una empresa familiar, dedicada a la distribución de medicamentos a clínicas y farmacias ubicadas en los llanos y andes venezolanos.

Nota de prensa