Son unos sin vergüenzas, cara duras quienes dicen que van a sacar el café colombiano de los anaqueles, cuando son ellos mismos los responsables del contrabando. Es un bravucón para faltarle al pueblo del Táchira, pero no es más que un subordinado del mayor enemigo de la frontera.

Son ellos mismos, los que se enriquecen con los pasos ilegales y las alcabalas quienes mantienen cerrada la frontera aumentando el sufrimiento del pueblo que padece por medicinas, alimentos y necesita de Colombia para abastecerse.